martes, 14 de enero de 2014



¿Te acordás cuando deshacíamos el cielo? Era como un mantel que nos cubría, era como el reflejo del océano. Éramos vos, y yo, y el profundo azul. Lo desmesurábamos, nos fijábamos detalladamente en cada miguita puesta en el mantel de forma tan aleatoria, tan desmedida, tan perfecta. Bajo nuestros ojos, era un espejo que sólo reflejaba lo más preciado y ancestral de la vida. Nuestras miradas se cruzaban y podía ver la pálida luz manchando tu cara. Me sonreías, y en esos momentos podría haber jurado que estaba sola, sola con vos, y que esa era la mejor parte. Que una sábana oscura y pura nos unía y nos abrigaba. Podría haber jurado, de nuevo, que vos también tenías una galaxia escondida. Desviaste la mirada hacia el cielo, y en el reflejo de tus ojos, lo pude ver de nuevo: la galaxia eras vos, vos eras el cielo.



1 comentario:

  1. me gusto mucho tu texto, todo aquello que transmitiste en palabras, es muy lindo lo que expresaste en tu escrito...segui escribiendo asi tinna y gracias por pasarte por el blog :) estaba medio olvidado, tengo que ponerme a escribir mas seguido de nuevo, saludos!!n.n

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