miércoles, 22 de enero de 2014

Un vacío más con una cuota de esperanza mayor. El tesoro de los ingenuos. La riqueza de los bondadosos. La reliquia del iluso. Y por cierto, también, la mirada de reojo de los alienados.

martes, 14 de enero de 2014



¿Te acordás cuando deshacíamos el cielo? Era como un mantel que nos cubría, era como el reflejo del océano. Éramos vos, y yo, y el profundo azul. Lo desmesurábamos, nos fijábamos detalladamente en cada miguita puesta en el mantel de forma tan aleatoria, tan desmedida, tan perfecta. Bajo nuestros ojos, era un espejo que sólo reflejaba lo más preciado y ancestral de la vida. Nuestras miradas se cruzaban y podía ver la pálida luz manchando tu cara. Me sonreías, y en esos momentos podría haber jurado que estaba sola, sola con vos, y que esa era la mejor parte. Que una sábana oscura y pura nos unía y nos abrigaba. Podría haber jurado, de nuevo, que vos también tenías una galaxia escondida. Desviaste la mirada hacia el cielo, y en el reflejo de tus ojos, lo pude ver de nuevo: la galaxia eras vos, vos eras el cielo.